La curiosa historia del megaterio encontrado en el Virreinato del Río de la Plata en 1785

El primer montaje del esqueleto fósil de un animal extinto prehistórico se hizo en la España dieciochesca de Carlos III y Carlos IV, en pleno siglo de la Ilustración. Corría el año 1785 cuando el dominico fray Manuel de Torres, que dirigía unas obras en la orilla del río Luján, en lo que hoy es la provincia argentina de Buenos Aires y entonces era el Virreinato del Río de la Plata, encontró una osamenta casi completa y bien conservada de un animal desconocido. Ese "casi" iba a ser importante, como veremos.
 
Relación del contenido de los cajones con huesos enviados desde América (Archivo Histórico Nacional)
 
Tres años después, una vez completada la recuperación de los huesos, el marqués de Loreto, a la sazón virrey y que los había guardado temporalmente en su propio palacio, decidió remitirlos a España guardados y protegidos en siete grandes cajones cuya relación se adjunta en la imagen anterior. Su destino era el Real Gabinete de Historia Natural, germen de lo que hoy es el Museo Nacional de Ciencias Naturales de Madrid pero que entonces compartía sede con la famosa Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. 
 
Dibujos y descripción de algunos huesos (Archivo Histórico Nacional)
 
Allí fueron ensamblados sobre una estructura de madera -la primera vez en la historia que se hacía algo así- por el valenciano Juan Bautista Bru de Ramón, taxidermista e ilustrador científico que además hizo una veintena de dibujos repartidos en cinco grandes láminas y dejó un registro descriptivo documental monográfico de dieciséis folios terminado en 1793. Sin embargo, una serie de problemas laborales hicieron que la obra no se publicase hasta pasados tres años, en una edición a cargo del ingeniero José Garriga con el título Descripción del esqueleto de un quadrúpedo muy corpulento y raro que se conserva en el Real Gabinete de Historia natural de Madrid. Garriga le había comprado los derechos a Bru, que fallecería en 1799, para restituirle su mérito al ver cómo el retraso había permitido adelantarse a otro ilustre zoólogo.
 
El esqueleto de megaterio dibujado por Bru
 
Un naturalista francés llamado Phillipe-Rose Roume, representante de su gobierno en la República Dominicana pero de paso por España, consiguió un juego de las planchas de los grabados y lo envió, junto con otra información, al Instituto de Francia, del que era miembro. Se encargó un informe al respecto a Georges Cuvier, por entonces asistente de profesor en el Museum National d'Histoire Naturelle, pero que no tardaría en convertirse en catedrático y gran pionero de la anatomía comparada y la paleontología, logrando que la comunidad científica aceptase conceptos novedosos como la extinción de especies o el principio de correlación de las partes, y creando la primera clasificación del reino animal (con permiso de Linneo y Buffon). 
 
Georges Cuvier retratado por François-André Vincent (Wikimedia Commons)
 
Cuvier escribió un artículo para la revista Megasin Encyclopeque que llevaba por título Notice sur le squelette d'une très grand Quadrupède inconnue jusqu'a présent, trouvé au Paraguay, et déòsé au Gabinet d'Histoire Naturelle de Madrid y un ejemplar llegó a manos de Garriga, quien se apresuró a publicar cuanto antes la obra comprada a Bru para que no cayera en el olvido, aunque incluyendo una traducción de la del francés. Cabe decir que, en su texto, Cuvier elogiaba la labor del español y, de hecho, fue él quien le restituyó al lugar que merecía en la historia de la ciencia al incluir una traducción de su trabajo en un nuevo artículo publicado en 1804.

Adaptación del dibujo de Juan Bautista Bru hecha por Georges Cuvier (Wikimedia Commons)
 
Esta vez era para la revista Annales du Muséum d'Histoire Naturelle y se titulaba titulado Sur le megatherium. Su gran aportación fue que, frente a la mera descripción del español, Cuvier bautizó al fósil y lo situó taxonómicamente en la clasificación que luego incorporaría a su libro Regne animal distribué d'après son organisation. Le puso por nombre Megatherium americanum y, aunque se equivocó al poner que procedía de Paraguay, determinó correctamente que se trataba de un plantígrado, un perezoso sin dientes y de tamaño gigante (medía unos seis metros de cabeza a cola y dos del suelo al lomo, pesando más de tres toneladas) del que posteriormente se encontrarían más fósiles, sobre todo en Sudamérica. 
 
Recreación actual de un megaterio (Wikimedia Commons)
 
El análisis de los restos por carbono-14 indica que esa especie se extinguió hace unos ocho o diez mil años, una fecha relativamente reciente que ha favorecido la recuperación de más restos, permitiendo corregir un error cometido en aquella pionera reconstrucción: la falta de cola. En el dibujo de Bru aparece sin ella, pero en una copia idéntica, también suya, sí la tiene; la razón es que en los cajones remitidos desde América faltaban los huesos correspondientes, por lo que se deduce que otro artista la añadió posteriormente . 
 
Dibujo de Bru con la cola añadida (Archivo del Museo Nacional de Ciencias Naturales)
 
Y es que, en 1854, Mariano de la Paz Graells, director del Museo (nuevo nombre del Gabinete desde 1815), escribió una carta al prestigioso paleontólogo británico Richard Owen solicitándole dibujos de esa zona anatómica de los fósiles de megaterios que había en el Museo de Historia Natural de Londres (alguno, por cierto, desenterrado por Darwin en la misma región de Argentina en 1832, durante su viaje en el HMS Beagle). Con los datos aportados por Owen y los restos que mandó también el científico argentino Pedro de Angelis, se pudo remontar el esqueleto de forma completa... y corregir la lámina original de Bru.
 
BIBLIOGRAFÍA: 
-GARRIGA, José: Descripción del esqueleto de un quadrúpedo muy corpulento y raro que se conserva en el Real Gabinete de Historia natural de Madrid.
-BÁGUENA CERVELLERA, María José: Juan Bautista Bru de Ramón (en Diccionario Biográfico de la Real Academia de la Historia).
-MARTÍNEZ, Carmen: El perezoso gigante que asombró al mundo (en Museo Nacional de Ciencias Naturales). 
-LÓPEZ PIÑERO, José María y GLICK, Thomas F: El megaterio de Bru y el presidente Jefferson. Una relación insospechada en los albores de la paleontología.
-LÓPEZ PIÑERO, José María: Juan Bautista Bru (1740-1799) and the description of the Genus Megatherium (en Journal of the History of Biology).
-BEN: Juan Bautista Bru and the first fossil mount (en Extinct Monsters).
 
Imagen de cabecera: el esqueleto tal como se exhibe en el Museo Nacional de Ciencias Naturales.

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