Un encomendero de judíos en 1475
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El 28 de enero de 1475, mediante este documento conservado en el Archivo General de Simancas, se nombraba a Francisco de Valdés encomendero de los judíos de la ciudad de Zamora y se le daba la tenencia de las torres del puente y de las penas o multas de las mancebas de los clérigos, que antes tenía su padre difunto. La encomienda era una institución por la que un grupo humano debía retribuir al titular en trabajo o especie mediante una prestación. Fue especialmente empleada en América, de donde le viene fundamentalmente la fama, pero ya la había en los reinos de Castilla y Aragón desde la Edad Media (aunque su origen podría remontarse al clientelismo tardorromano). En esos esos casos estaba ligada sobre todo a las órdenes militares, para gestionar los territorios ganados durante la Reconquista. De ahí venía la figura del comendador, posteriormente rebautizado encomendero. Había comendadores militares y eclesiásticos. Los primeros ejercían la gobernación de un territorio que, si