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Mostrando entradas de enero, 2022

Las pinturas de la Armada Invencible en la Cámara de los Lores

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  Hendrik Cornelisz Vroom fue un pintor barroco flamenco, nacido en Harlem hacia 1562, que tras viajar por España, Italia y Francia aprendiendo de maestros como Paul Bril y Jan Kraek, regresó a las ya independizadas Provincias Unidas de los Países Bajos, se casó y continuó su vida profesional de artista en el nuevo país, donde falleció en 1640. Antes todavía hizo algunos viajes más. Uno de ellos fue a Inglaterra en 1592, durante cuyo regreso, por cierto, naufragó su barco y acabó en Portugal, donde él y los demás supervivientes se salvaron de ser ejecutados al tomarlos por católicos, gracias a las pinturas religiosas que llevaba consigo (y todavía sobreviviría a otro naufragio, en Oresund, cuando volvía a casa).  Hendrik Cornelisz Vroom en un grabado de Simon Frisius ( Wikimedia Commons )   Lo interesante aquí es que Vroom había visitado Londres para un trabajo, contratado por Lord Charles Howard, conde de Effingham, más conocido históricamente por haber sido nombrado Gran Lord Almiran

El proceso inquisitorial del médico Juan de Salas (1527)

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  En la imagen de cabecera vemos la primera página del expediente del proceso abierto en 1527 por los inquisidores de Valladolid contra Juan de Salas, médico en Palacios de Meneses (Palencia), por proposiciones blasfemas y posible luteranismo. Juan Antonio Llorente narra el suceso en su célebre obra Historia crítica de la Inquisición en España , un libro muy cuestionado por ser una visión subjetiva, como el propio título indica, y con probables exageraciones, pero que resulta interesante para saber cómo transcurrían casos concretos. Al fin y al cabo, él mismo había sido comisario del Santo Oficio y secretario de la Inquisición de Corte en la última década del siglo XIX.   Llorente explica que, el 24 de abril de 1526, un vecino de dicha localidad llamado Diego Vallejo, preso en la cárcel inquisitorial vallisoletana por blasfemias, declaró que dos meses antes había estado debatiendo de medicina con su suegro, Fernando Ramírez, el médico Alfonso García y el también médico Juan de Salas.

Ducado de plata acuñado por Vlad el Empalador

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  Entre 1456 y 1462, Isabel de Trastámara era una niña huérfana de padre que asistía impotente a los ataques de locura de su madre, mientras su futuro marido, Fernando, ya había sido designado heredero de la Corona de Aragón e iba a tener que enfrentarse en breve a la Guerra de los Remensas, casi simultáneamente a la conquista de Gibraltar por Castilla y al nacimiento de Juana la Beltraneja . Otros nacimientos destacados en esos seis años fueron los de Leonardo da Vinci, Maximiliano de Habsburgo y Juan Ponce de León. Los portugueses se establecían en Guinea y las Azores, la casa de York ascendía al trono de Inglaterra. Retrato anónimo de Vlad Tepes ( Wikimedia Commons )   Ése fue el período de tiempo durante el que gobernó Vlad Draculea (Dragwlya, en original rumano), segundo hijo del voivoda Vlad Dracul, en el Principado de Valaquia, tras un efímero primer mandato de poco más de un año al que pusieron fin los otomanos. Vlad, que ha pasado a la historia con el apodo de Tepes (Empala

Los inauditos cascos de araña del siglo XVII

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  Este extraño tipo de yelmo fue diseñado para los soldados de caballería en la segunda mitad del siglo XVII, especialmente en Inglaterra y Francia. Se lo llamó casco de araña por esas piezas alargadas que lo circundan, que recuerdan las patas de un arácnido y cuya finalidad era proteger la cabeza del usuario de golpes de sable enemigos.     Cuando no eran necesarias, es decir, si no se estaba en combate, las "patas de araña" se podían plegar hacia arriba, quedando recogidas y dejando al artilugio con un aspecto similar al casco montefortino romano, sencillo y con una cogotera pequeña. Detrás, sobre ésta, se situaba el resorte que permitía desplegarlas al entrar en batalla (esa especie de tornillo que se ve en las imágenes).     La ventaja que tenía ese peculiar modelo era que aligeraba el peso de las borgoñotas y langosteras, quedando en poco más de kilo y medio; eso sí, a costa de reducir el grado de protección, puesto que no servía para detener estocadas (o sea, ataques de