Los inauditos cascos de araña del siglo XVII

 


Este extraño tipo de yelmo fue diseñado para los soldados de caballería en la segunda mitad del siglo XVII, especialmente en Inglaterra y Francia. Se lo llamó casco de araña por esas piezas alargadas que lo circundan, que recuerdan las patas de un arácnido y cuya finalidad era proteger la cabeza del usuario de golpes de sable enemigos.
 
 
Cuando no eran necesarias, es decir, si no se estaba en combate, las "patas de araña" se podían plegar hacia arriba, quedando recogidas y dejando al artilugio con un aspecto similar al casco montefortino romano, sencillo y con una cogotera pequeña. Detrás, sobre ésta, se situaba el resorte que permitía desplegarlas al entrar en batalla (esa especie de tornillo que se ve en las imágenes).
 

 
La ventaja que tenía ese peculiar modelo era que aligeraba el peso de las borgoñotas y langosteras, quedando en poco más de kilo y medio; eso sí, a costa de reducir el grado de protección, puesto que no servía para detener estocadas (o sea, ataques de punta con la espada) ni amortiguar disparos o incluso golpes que se colasen entre las varillas.
 
Seguramente por eso no tuvo éxito y apenas se han encontrado media docena de ejemplares, todos en Inglaterra, Francia y Alemania. El de las fotos, que conserva el forro acolchado interior, está en el MET (Metropolitan Museum of Art) de Nueva York. Pero, como vemos a continuación, se fue más lejos todavía en estilización.
 
 
Porque si el casco de araña es sorprendente, más aún resulta esta otra versión: el capacete plegable que vemos en la fotografía anterior y que se conserva en el Worcester Art Museum, formando parte de la John Woodman Higgins Armory Collection. Se trata de una pieza que, según la descripción del centro, en realidad tendría un uso fundamentalmente civil, ya que se utilizaría como protección debajo de los sombreros de ala ancha, aunque también podría combinarse con otros yelmos; es decir, sería para un uso cotidiano, quizá por parte de representantes de la justicia, quizá por matones a sueldo.


 
Esa característica en su utilización, que hacía que no se viera externamente, ha llevado a que sea bautizado con el nombre de secrete, que no hace falta traducir. Fabricado en acero en torno al año 1600 y bastante bien conservado, de esta insólita pieza se han encontrado ejemplares parecidos en más sitios, sólo que el de Worcester tiene la inaudita particularidad de ser plegable. Mide 127 milímetros de alto por 191 de ancho, con una profundidad de 197 y un peso de 340 gramos.


 
Imágenes casco araña: MET (dominio público)
Imágenes capacete plegable: Worcester Art Museum

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