Dukdalf, el pilote holandés para ahorcar al duque de Alba


 
Esa estructura que se ve en la pintura, junto a la lancha con marineros, es lo que en inglés se conoce como dolphin o mooring dolphin, es decir, delfín de amarre; un tipo de noray formado por varios pilotes fijados en el fondo marino o el lecho de un río, en aguas de casi todo el mundo.
 
Versión moderna en Dinamarca (Leif Jorgensen en Wikimedia Commons)
 
Antaño se fabricaban de madera, a menudo con la parte superior pintada de blanco para facilitar su visibilidad (en Venecia hasta les ponen farolas encima), aunque actualmente se hacen de acero u hormigón. Tienen diversas funciones: desde facilitar un punto para amarrar las embarcaciones a servir de guía para éstas a su paso por esclusas o incluso de freno (evitando que choquen contra puentes, por ejemplo).
Pero hay otra palabra más curiosa para designarlos: dukdalf, término holandés que significa duque de alba. Así, sin mayúsculas, porque aunque la referencia al célebre personaje español resulta evidente, es el término que se emplea en los Países Bajos para designar estos elementos navales. En realidad, la etimología original no tiene que ver con don Fernando Álvarez de Toledo y Pimentel sino que es el resultado de combinar las palabras docke (muelle) y delfijn (poste de amarre). 
 
Un dukdalf clásico en el Waalhaven, un puerto de Róterdam (Stunteltje en Wikimedia Commons)
 
¿Por qué entonces esa relación con la historia? No se sabe a ciencia cierta. Unos apuntan a que la humedad suele oscurecerlos, lo que llevó a establecer una comparación con la característica vestimenta negra del gobernador español, acrecentada con la gorguera blanca en la parte de arriba del jubón. Otros equiparan la rigidez e inflexibilidad de dicho personaje a ese equipamiento naval. Y no falta quien sugiere que quizá el duque impulsó su construcción de forma especial.
 
Fernando Álvarez de Toledo, tercer duque de Alba, por Antonio Moro (Wikimedia Commons)
 
Sin embargo, la propuesta más curiosa es aquella que dice que se lo pusieron los Mendigos del Mar (los rebeldes flamencos que luchaban como corsarios en el Canal de la Mancha para Guillermo de Orange) porque al echar las amarras era como ponerle una soga al cuello al odiado Alba. Sea cual sea la explicación real, lo cierto es que el término enraizó y en otros idiomas también se llama así a esos pilotes: duc d’albe en francés, dykdalb en sueco... duques de alba en español.
 
Un duc d'albe en Suiza (trolbag en Wikimedia Commons)
 
Imagen de cabecera:  Marineros amarrando un cúter a un dolphin, obra de John Ward (Wikimedia Commons).

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