Los dos misteriosos retratos que Holbein no pintó

 

Hasta hace poco, estas dos pinturas que vemos en las imágenes eran consideradas obras salidas de los pinceles del artista alemán Hans Holbein el Joven y la primera, además, un retrato de juventud del rey Enrique VIII de Inglaterra, razón por la cual fue comprada por el rey Carlos II y hoy forma parte de la Royal Collection Trust.

Hoy, en cambio, los expertos ni las atribuyen al célebre pintor, grabador e impresor natural de Augsburgo, como tampoco creen que dicho retrato corresponda al monarca inglés, atribución basada en que Holbein se estableció en Inglaterra en 1526, donde ejerció el cargo de pintor real -especializado precisamente en retratos de la corte- y vivió hasta su muerte, diecisiete años más tarde. De hecho, la obra está datada entre 1530 y 1550, cuando el rey ya era bastante mayor (recordemos que Enrique VIII nació en 1497 y reinó desde 1509 hasta 1547) y ese rostro juvenil no concuerda con el estilo de los zapatos, por ejemplo (como vemos, se adaptan a la forma del pie, mientras que en las primeras décadas del siglo XVI la moda era llevarlos con puntera muy ancha). 

En suma, no se sabe a quién representa y se considera probable que el autor fuera un pintor itinerante, quizá neerlandés, quizá tudesco. Su título, por tanto, mantiene la ambigüedad: Retrato de un hombre de rojo.

 

En cuando al segundo cuadro, conservado en la Tate Gallery y cuyo título clásico es Retrato de un caballero, también se le ha retirado la autoría de Holbein porque únicamente corresponde a la época la madera de roble de las tres tablas que sirven de soporte, procedente del Báltico y datada por dendrocronología entre 1510 y 1529. Por contra, tanto los pigmentos como la ropa y el estilo de la empuñadura de la espada son de 1550 aproximadamente; en cualquier caso, posteriores a 1543, el año que murió ese pintor.

No obstante, parece ser que en este caso sí hay identificación, gracias al escudo de armas que se ve en el anillo del personaje (última imagen) y la edad de éste, que además proporcionan una historia muy jugosa: se trataría de William West, sobrino de Thomas West, Earl (Barón) de la Warr, a quien trató de envenenar para heredarle aprovechando que no tenía descendencia con la que era su primera esposa (sí la tendría más tarde, pues se casó otras dos veces). Pero el atentado salió mal, con lo que el barón le denunció y desheredó. 

 

Corría el año 1548 y William terminó preso en la Torre de Londres. Finalmente, Thomas falleció en 1554 y aunque antes del óbito había dado marcha atrás, congraciándose con su sobrino, hacía cuatro años que el Parlamento había apartado al sobrino de la herencia por ley. Quizá por eso en 1556 se involucró en un complot político, la llamada Conspiración de Dudley (un acuerdo con Francia para facilitarle la invasión de Inglaterra, sustituyendo en el trono a María Tudor por Isabel). Fue condenado por traición, aunque en 1557 recibió un indulto de la misma reina a la que quería derrocar y en 1570 la nueva soberana, que además era prima suya, le concedió el título de Barón de la Warr por otra rama.

Cabe añadir, como curiosidad, que del apellido De la Warr viene el nombre del estado norteamericano de Delaware, ya que el hijo de Thomas West, llamado igual que su padre, fue gobernador de Virginia entre 1610 y 1618.

FUENTES: 

-DE YOUNG, Justine: 1530-1539. Menswear (en Fashion History Timeline).

-JONES, Rica y TOWNSEND, Joyce H: Portrait of a gentleman, probably of the West family 1545-60 (en Tate Gallery).

-WALKER, Natasha, HEARN, Karen y TOWNSEND, Joyce H: Tate's painting of a man in Tudor custome: A Sisteenth-Century portraot or a Nineteenth-Century pastiche? (en Tate Gallery).

Comentarios

Entradas populares de este blog

Firma de Solimán el Magnífico

Los Reyes Católicos ordenan quemar todos los libros musulmanes (1501)

Inicio y evolución de la esclavitud indígena en la América española