Así era la Puerta de Alcalá en 1636
En contra de lo que muchos creen, la Puerta de Alcalá no es un arco triunfal -al menos en origen- sino, como dice su nombre, una de las puertas que tenía Madrid para entrar o salir de la ciudad (había otras cinco principales); concretamente, la que estaba en el inicio/final del camino a Francia. Como las demás, los portazgueros la cerraban durante la noche y la abrían al amanecer.
La puerta de Alcalá fue adquiriendo importancia porque conectaba directamente con lo que se había ido constituyendo como el centro urbano, el que se desarrollaba alrededor del Real Alcázar, aunque originalmente no estaba en el lugar que ocupa ahora sino en el cruce de la calle Alcalá con la de Barquillo. En el último cuarto del siglo XVI se la conocía como "puerta de la peste", debido a la epidemia que azotó la capital.
Diez años más tarde, la inminente llegada de Margarita de Austria, la princesa alemana con la que se había casado el rey Felipe III, se hizo precisamente por allí, para lo cual, a la altura de lo que hoy es la calle Alfonso XII, se construyó un, un triple arco de piedra y ladrillo. Como era costumbre, estaba pensado para ser desmontado al acabar el evento, así que lo decoraban figuras y un escudo hechos de yeso, un material tan endeble que esos adornos no tardaron en estropearse.
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| La Puerta de Alcalá hoy en día (Miguel Ángel Rivas España en Pixabay) |
Sin embargo, desde entonces la Puerta de Alcalá pasó a ser el punto oficial de entrada a Madrid para las grandes ocasiones, así que en 1636 se derribó esa estructura y se hizo otra más modesta con estatuas de piedra que quedaba prácticamente adosada a un muro del Palacio del Buen Retiro. Es la que muestra la estampa adjunta (conservada en la Biblioteca Nacional), con el escudo real como motivo central y, encima, una estatua de Nuestra Señora de las Mercedes, flanqueada en las pilastras por San Pedro Nolasco y la beata Mariana de Jesús.
Cuando Carlos III entró en Madrid en 1759 procedente de Nápoles para asumir la corona, lo hizo también por esa puerta. Pero era ya otra época y no le gustó su aspecto anticuado, así que mandó sustituirla y para ello eligió fusionar en uno dos proyectos del arquitecto Francesco Sabatini que ofrecían el aspecto de un arco de triunfo. El actual.
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