Lope de Vega solicita a la Inquisición la devolución de una comedia censurada

 

Lope de Vega, el Fénix de los Ingenios, el dramaturgo más popular del Siglo de Oro, también tuvo sus problemas con la censura de la Inquisición. Y eso que era miembro de esa institución. Este documento, conservado en el Archivo Histórico Nacional, es una solicitud al inquisidor general para que le sea devuelta una comedia sobre la conversión de San Agustín, que debió de ser reprobada por un par de pasajes, pese a que la fuente utilizada por el escritor fueron las Confesiones del propio santo. 

Recordemos que la familia de ese personaje era romano-bereber: el padre de Agustín, Patricio Aurelio, un pequeño propietario pagano; la madre, Mónica de Hipona, había abrazado el cristianismo (llegó a ser canonizada). Fue ella la que convenció a su marido para convertirse a la nueva fe y cuando enviudó siguió a su hijo hasta Roma, muy preocupada con la libertina vida que llevaba éste (que combinaba sin problema con una exquisita formación académica). La grave enfermedad que sufrió el joven, junto con la muerte de su progenitora y el contacto con la filosofía cristiana, le hicieron bautizarse y cambiar radicalmente su comportamiento.

Agustín y su madre, por Ari Scheffer (Wikimedia Commons)

En el primero de los pasajes citados, el protagonista discute con su madre al intentar explicarle ella cuestiones como la Inmaculada Concepción, que él replica con un argumento racional:

Lo que al entendimiento ajuste y cuadre 

hace siempre que cese mi porfía,

que no es posible, madre, que dudase

lo que a mi entendimiento se ajustase.

Qué ciencia puede ser, oh madre, aquella

que por demostración no se conoce? 

¿Dios y carne mortal de una doncella?

Madre, si Dios quisiera por el Hombre

tomar la humana forma que decías

hallara muchos de más alto nombre

entre nueve divinas jerarquías.


En el segundo, el tema que expone la progenitora es la Santísima Trinidad, a la que Agustín responde con unos escabrosos versos: 

No puedo 

cuadrar con mi sutil entendimiento

la fe, la ley de los cristianos; tanto,

que me cuesta notables pensamientos.

Tiene cosas extrañas y exquisitas:

un Dios que es trino y uno en las personas,

el Padre, el Hijo y el Divino Espíritu,

y sólo un Dios.

Familiares de la Inquisición durante un auto de fe (ilustración de la obra Les mystères de l'Inquisition et autres societés secrets d'Espagne, de Victor de Féréal)

 

El caso fue singular, pues no era habitual retirar un texto una vez que ya había sido estrenado, dado que previamente necesitaba la autorización del Consejo de Castilla (no así la de la Inquisición, que no ejercía la censura previa). Sin embargo es difícil hablar con certeza porque se ha perdido el expediente del proceso y únicamente se conserva la carta de Lope. Éste la empieza subrayando que es familiar de la Inquisición (el familiar era un colaborador laico), para explicar luego que esa situación ha dañado su reputación, que por otra parte resultaba controvertida, ya que su vida era tempestuosa (faltaban cinco años para que se ordenase sacerdote): tomó parte en la expedición a las Azores y en la Armada Invencible, tuvo amores escandalosos -adulterio con Elena Osorio, rapto de Isabel Alderete, hijos extramatrimoniales con la actriz Micaela Luján...-, se batió en duelos, etc. Por eso pide que se le devuelva el manuscrito, a cambio de reescribirlo con las correcciones pertinentes. Termina la misiva recordando sus servicios al tribunal, pasados y futuros.

Ser familiar de la Suprema, como se conocía popularmente a la Inquisición daba derecho a ciertos privilegios -exención de impuestos, indulgencias...- y a llevar armas; por tanto, los familiares podían colaborar en las detenciones además de escoltar a los inquisidores. Todo lo cual era considerado un honor porque implicaba reconocimiento de limpieza de sangre y, consecuentemente, al principio atrajo sobre todo a la gente de alcurnia. Pero para esa función no hacían falta las decenas de miles de familiares que tenía la institución en los reinos de Castilla y Aragón, pese al intento de limitar su número. Su labor habitual y más frecuente era informar, que en la práctica significaba delatar o más bien inducir a ello. Los familiares no procedían sólo contra el que incumplía la ley sino también contra el que intuían que lo hacía; o al que les venía bien quitarse de en medio, ya que cobraban por cada sospechoso denunciado. Pese a todo, la mayoría de las denuncias no procedían de ellos sino de ciudadanos comunes.
 
 
El texto completo de la solicitud de Lope, fácil de leer, dice así: 
 
"En Madrid, 21 de octubre de 1608.
Lope de Vega Carpio, familiar del Santo Officio de la Ynquisición digo, que de haber Vuestra Alteza mandado recoger una comedia que yo escriví dela conversión de San Agustín, por haber tenido algunos argumentos yndeçentes para representarse en parte pública, me han resultado grande nota en mi honor y reputación, hablando en mi diversas personas con diversos juiçios, por lo cual suplico humildemente a Vuestra Alteza, que con su acostumbrada benignidad se sirba de que tildando y borrando todo lo que pareciere convenir que sea borrado y quitado, se me buelba a la comedia para que yo la buelba a escribir, y poner en el modo que es bien que esté para poderse representar, que luego la bolbiere a Vuestra Alteza para que en ella se haga la censura y calificación antes, que desta suerte se entenderá claramente la verdad, y yo quedaré restituido en mi honor y buena opinión, y Vuestra Alteza faborecerá un criado suyo tan desseoso y cuidadoso de servir este Santo Tribunal a cuyos pies me postro humildemente, pidiendo merced por algunos aunque pequeños servicios, y por los que pienso hazer lo que tuviere de vida.
Lope de Vega Carpio".
 
Como se puede observar en el margen superior derecho del original, figura la frase "No a lugar", indicativo de que la petición fue desestimada. Lope publicaría en 1618 una obra titulada San Agustín, incluida dentro de El peregrino de su patria, y cinco años mas tarde haría otro tanto en Decimaoctava parte de las comedias de Lope de Vega con un nuevo texto, bajo el epígrafe El divino africano. Tragicomedia famosa. Esta última, a decir de los expertos, presenta ciertos defectos en la métrica que revelan que no sería sino una versión corregida de la primigenia prohibida. Todo lo cual, por otro lado, deja patente la proverbial lentitud inquisitorial en sus procesos.

BIBLIOGRAFÍA:
 
-LOPE DE VEGA Y CARPIO, Félix: El divino africano.
-MONTALVO MARECA, Sergio: La construcción del personaje de San Agustín en El divino africano de Lope de Vega.
-GONZÁLEZ-LINARES, Mario: Lope censurado: crónica de un manuscrito perdido (en Amberes. Revista Cultural).
-UDAONDO ALEGRE, Juan: De la conversión del santo a la de todo un imperio: El "Divino africano" de Lope de Vega. 
-KAMEN, Henry: La Inquisición española. 
-BENNASSAR, Bartolomé: La España del Siglo de Oro. 
-DURFOUR, Gerard: La Inquisición en España. 


Imagen de cabecera: retrato de Lope de Vega hacia 1628, por Juan van der Harmen (Wikimedia Commons)

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