Concordia de Segovia entre Isabel y Fernando (15 de enero de 1475)

 


El 15 de enero de 1475, Isabel de Castilla y Fernando de Aragón firmaban la sentencia arbitral conocida como Concordia de Segovia, que establecía la distribución de competencias para el gobierno de sus respectivos reinos con una sola monarquía, llevando a efecto las capitulaciones acordadas en Cervera seis años antes, cuando se disponían a contraer matrimonio. "Por quanto por quitar algunas dubdas que ocurrían e podían nasçer çerca de la forma e orden que se devía tener en la administraçión e governaçíón destos reynos de Castilla e de León", dice el texto.

La razón para poner escrito ese acuerdo fue el descontento de Fernando con la iniciativa tomada por su mujer en su ausencia (él estaba en Cataluña, por la Guerra del Rosellón), al proclamarse reina y propietaria de Castilla apenas veinticuatro horas después del fallecimiento del rey Enrique IV. Isabel no quiso esperarle para evitar que Juana la Beltraneja, la otra candidata al trono, se le adelantase; pero ello supuso el inicio de una serie de discusiones en las que Fernando, que también era un Trastámara -descendiente de Juan I de Castilla en el mismo grado que su mujer-, aducía tener igual derecho que ella o incluso superior (por ser varón como dictaba la costumbre franca, vigente en Cataluña) y contaba con apoyos en Castilla, caso de los Enríquez, parientes suyos.
 
Sin embargo, el documento final, redactado por el arzobispo Alfonso Carrillo de Acuña y el cardenal Pedro González de Mendoza, corroboró la postura de Isabel y le otorgó la sucesión para ella y sus descendientes directos. Eso sí, Fernando figuraría como rey, no como consorte (figura poco habitual en los varones de la época) y, para igualar a ambos, se decidió que en los documentos (cartas, pregones, monedas y sellos) se pondría antes el nombre de Fernando, mientras que las armas de Castilla precederían a las aragonesas. Los dos cónyuges decidirían conjuntamente en materias administrativas (justicia, nombramientos), si bien en caso de desacuerdo la reina tendría la última palabra; asimismo, una parte de los impuestos castellanos sería de uso común.
 
Retrato nupcial, de autoría anónima, de Isabel y Fernando (Wikimedia Commons)
 
El cronista Hernando del Pulgar cuenta en 1490 que, a pesar de la recomendación de algunos consejeros para que usaran la intitulación "reyes e señores de España", una fórmula creada por los monarcas astur-leoneses para justificar el nacimiento de su dinastía y vincularse a los visigodos como herederos (y que presentaba diversas variantes como Imperator totius Hispaniae, Rex imperator, etc), Isabel y Fernando optaron por no hacerlo. De esa manera evitaban el recelo que había en Castilla hacia el aragonés y mantenían la aeque principaliter (unión diferenciada), conservando cada reino sus leyes, fueros y privilegios, y poniendo sus nombres seguidos de todos los títulos:  
 
"Don Fernando e doña Isabel, por la graçia de Dios, rey y reina de Castilla, de Aragón, de León, de las dos Seçilias, de Iherusalem, de Granada, de Toledo, de Valençia, de Gallizia, de Mallorcas, de Sevilla, de Cerdenna, de Cordova, de Corçega, de Murçia, de Jahen, de los Algarves, de Algezira, de Gibraltar, de las Yslas de Canaria e de las Yndias, tierra firme del Mar Océano, condes de Barcelona, sennores de Vizcaya e de Molina, duques de Athenas e de Neopatria, condes de Ruysellon y Çerdania, marqueses de Oristan e de Goçeano
 
Quince días más tarde de la firma, se distribuyó por todas las ciudades una carta que disponía que, en lo sucesivo, los aragoneses serían tratados "como si fuesen naturales destos dichos reynos de Castilla y de León". El 28 de abril, a punto de comenzar la guerra civil contra Juana, Isabel concedió a su marido un documento que, en la práctica, le daba plenos poderes y dejaba sin efecto la Concordia. Fernando hizo otro tanto con ella cuando ascendió al trono de Aragón en 1481, materializando así el lema personal de él: "Tanto monta", presuntamente sugerido por el célebre humanista Antonio de Nebrija basándose en la leyenda del nudo gordiano de Alejandro Magno (la apostilla "Monta tanto" es posterior, del siglo XVII).
 
La Concordia de Segovia se conserva en el Archivo General de Simancas y puede leerse íntegramente en este enlace.
 
 
BIBLIOGRAFÍA:
 
-DEL PULGAR, Hernando: Chrónica de los muy altos y esclarecidos reyes Cathólicos don Fernando y doña Ysabel.
 
-PÉREZ, Joseph: Isabel y Fernando. Los Reyes Católicos.
 
-SUÁREZ, Luis: Isabel I, Reina
 
-SUÁREZ, Luis: Los Reyes Católicos. La conquista del trono

-VVAA: Historia de España. Los Reyes Católicos (Salvat).

Comentarios

  1. Hay un poco de ambigüedad en el texto. En los títulos con los que firmaban los reyes, figura uno: de las Yndias, que dificilmente podían atribuirse en 1490, cuando aun no habían sido "descubiertas". Por lo demás, interesante artículo que demuestra las tensiones en un matrimonio político al cien por cien, y en la que estaban más pendientes (sobre todo por Fernando), de quién tenía más poder.

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    1. Evidentemente, es una intitulación posterior a 1492. Está elegida para dejar claro que también entonces siguieron intitulando con la enumeración de sus dominios.

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