Un huevo de avestruz con la representación más antigua de América

 


La representación más antigua que se conserva del Nuevo Mundo es el mapa realizado sobre pergamino por Juan de la Cosa en el año 1500. Pero si hablamos de un globo terráqueo es ésta que vemos en las fotos, realizada probablemente en 1504, es decir, doce años después de la llegada de Colón a América. Quizá por eso sólo aparecen tres nombres en el área de ese continente: Mondus Novus, Brasil y Terra Sanctae Crucis (Sudamérica), más las islas de Spagnolla (Santo Domingo) e Isabel (Cuba). Asimismo, en el sudeste asiático hay una leyenda que dice "HIC SVNT DRACONES" (Aquí hay dragones).
 

 
La gracia del asunto es el soporte: no se trata de marfil, como se creyó inicialmente, sino de un huevo de avestruz; o, para ser exactos, de dos mitades de distintos huevos unidas, seguramente para que tuviera forma esférica, a las que se añadió un contrapeso en su parte inferior de calcio y clara de huevo para darle estabilidad. Mide 11,2 centímetros de diámetro y pesa algo menos de 134 gramos, siendo su escala 1: 80.000.000.
 
Dadas las coincidencias, mucho mayores que algunas pequeñas diferencias, se cree que pudo servir de modelo para otro globo elaborado entre 1504 y 1506, una esfera armilar de cobre (hay una gota de este metal en la cáscara inferior) conocida como Hunt-Lennox, considerada el globo terráqueo más antiguo hasta el descubrimiento del huevo. Éste tuvo lugar en una feria cartográfica londinense, la London Map Fair, organizada en 2012 por la Royal Geographical Society. No se pudo aclarar su procedencia, lo que siempre levanta sospechas.
 
Despliegue del globo Hunt-Lennox (Kattigara en Wikimedia Commons)
 
Hubo escepticismo inicial por parte de algunos historiadores, ya que, si bien varios laboratorios centroeuropeos (en concreto, de Viena, Zúrich y Mannheim) demostraron científicamente que las dos mitades de los huevos son del siglo XVI, el dibujo podría haberse añadido más tarde. Sin embargo, han pasado los años y parece haberse aceptado su autenticidad o, al menos, acallado las dudas. 
 
El coleccionista que lo adquirió, Stefaan Missinne, pensaba que era decimonónico y encargó un análisis a un equipo de expertos en cartografía histórica; por las características del texto, tipo de letra y otros elementos, no sólo dedujeron el año de elaboración sino también el posible lugar, Florencia, pues la nobleza italiana de la época solía poseer avestruces como símbolo de su posición acomodada (de ahí que algunos nombres aparezcan en italiano). Según análisis de isótopos de estroncio, el avestruz que puso el huevo habría sido un ejemplar que había en el Castillo Visconteo de Pavía
 
 
 
Eso le llevó a suponer que su autor fue el mismísimo Leonardo da Vinci, cuyo globo dibujado en el Codex Arundel (una recopilacion de textos de diversa temática con fechas entre 1487 y 1518) sería un boceto para el huevo. Lo coroborarían algunas características especiales. En primer lugar, el barco situado en el océano Índico es igual al que muestra el Códice Ashburnham, de Francesco di Giorgio Martini, datado entre 1487 y 1490, libro que es el único que ha quedado de la biblioteca personal de Leonardo, con notas al margen de su puño y letra. Claro que no es una nave muy detallada y en esa época la iconografía era similar para todos.
 
Segundo: se ha sugerido que los grabados del huevo fueron hechos por un artista zurdo, como era el maestro de Vinci, y la forma en que se practicaron plasma una perspectiva inversa cuya invención suele atribuirse también a él. Y tercero: en una página del Codex Atlanticus (otra colección de escrituras multitemáticas, con fechas que van desde 1478 a 1519), Leonardo habla de un mappamondo que hizo y tenía su amigo Giovanni Benci. Junto con sfera, mappamondo era un término que empleaba para referirse a los globos terráqueos, frente a la palabra carta, con la que aludía a los mapas. Por supuesto, eso no demuestra que fuera el mismo.
 

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