Carta del Parlamento inglés al Papa solicitando la anulación matrimonial de Enrique VIII y Catalina de Aragón
Este espectacular documento, escrito en un pergamino de casi un metro de ancho y con 85 sellos de cera unidos mediante una cinta de algodón y seda roja de 40 metros de longitud (todo lo cual confiere al conjunto un peso de 2,5 kilos), es una carta que la nobleza y el clero de Inglaterra dirigieron al papa Clemente VII en julio de 1530. En ella, le solicitaban la anulación del matrimonio entre el rey Enrique VIII y Catalina de Aragón para que él pudiera volver a casarse, esta vez con Ana Bolena.
Retratos de Enrique VII y Clemente VII por Joos van Cleve y Sebastiano del Pombo, ambos hechos en 1531 |
La petición se hace en términos bastante exhortativos: "Pero si [el Papa] no desea hacerlo, sin tener en cuenta las demandas de los ingleses, se sentirá con derecho a resolver el asunto solo y buscar soluciones en otra parte". Para los firmantes, la del monarca es su causa y advierten al pontífice que si no acepta o demora la decisión "los remedios extremos son siempre los más desagradables", añadiendo que "el paciente quiere sobre todo sanar".
Uno de los sellos de cera con el escudo británico |
Como es sabido, Clemente VII se negó a anular la unión matrimonial y el 3 de noviembre de 1534 el Parlamento inglés promulgó el Act of Supremacy (Acta de Supremacía), que convertía al rey en la cabeza de la Iglesia inglesa; así ha seguido hasta la actualidad con la única excepción del reinado de María Tudor, que lo derogó en 1554 (aunque fue restaurado a su muerte, en 1559). El acta reza así:
"Por la autoridad de este Parlamento ordenamos que el Rey, nuestro soberano y señor, así como sus herederos y sucesores, reyes de este reino, sean habidos, aceptados y reputados como el único jefe supremo de la tierra de la Iglesia de Inglaterra llamada "Anglicana Ecclesia".
El Acta de Supremacía (UK Parliament) |
El texto le otorga a la corona "todos los honores, dignidades, preeminencias, jurisdicciones, privilegios, autoridad, inmunidades, provechos y utilidades", justificando la decisión "para reprimir y extirpar todos los errores, herejías y otras irregularidades y abusos que hasta ahora se han cometido". Asimismo, el documento se reforzó con otro titulado Treasons Act (Acta de Traiciones), por el que se declaraba reo de alta traición -con todas sus consecuencias- a quien rechazase jurar el Acta de Supremacía.
No dejaba de resultar irónico, teniendo en cuenta que Enrique VIII había sido nombrado Fidei Defensor (Defensor de la Fe) por haber escrito un tratado contra Lutero.
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