Portugueses alistados en la expedición de Magallanes a la Especiería
El 9 de agosto de 1519, un día antes de que zarpara de Sevilla la flota de cinco naves destinadas a viajar hasta las islas de la Especiería y que concluiría tres años después habiendo dado la primera vuelta al mundo, su capitán, Fernando de Magallanes, hIzo tomar testimonio a varios de sus oficiales sobre los extranjeros que había tenido que enrolar en la expedición ante las dificultades encontradas para alistar gente local.
La
intención que tenía con esa solicitud de información por escrito
era justificar documentalmente el hecho de que había incorporado a
la tripulación el mayor número de marineros portugueses posible, de
acuerdo con los oficiales de la Casa de Contratación, quienes habían
recibido la indicación expresa del Rey de que no viajaran más de
cuatro o cinco lusos con cada uno de los capitanes generales (que
eran el propio Magallanes y el cosmógrafo Rui Falero, aunque éste
no llegó a embarcar por estar enfermo y haber discutido con el otro,
siendo sustituido en el mando por Juan de Cartagena).
Fernando de Magallanes en un retrato anónimo dieciochesco |
En
efecto, pese a que se pregonó el importe de los sueldos e incentivos
por las Gradas y el puerto de Sevilla, así como por más ciudades
andaluzas (Málaga, Cádiz, Huelva y otras localidades menores del
litoral), la oferta del Rey no interesó demasiado debido a que
requería estar fuera al menos dos años, por mares desconocidos y
"al mando de portugueses". De hecho, incluso los
pilotos y maestres de la Casa de Contratación con sueldo de la
Corona tuvieron que ir obligados, so pena de no cobrar, así que al
final fue necesario completar los hombres precisamente con gente del
país vecino. Viajarían una treintena de ellos, aunque algunos lo
hicieron pasando por españoles o por otras nacionalidades.
El
informe, que lleva por título Probanza hecha en la muy noble y
muy leal ciudad de Sevilla, a pedimiento del comendador Fernando de
Magallanes y fue realizada en presencia del alcalde sevillano
Fernán Gutiérrez, es, por tanto, una relación de la gente
embarcada en la expedición, de su distribución por las cinco naves. Los testigos interrogados fueron el portugués Juan Bautista, maestre de la nao capitana (Trinidad); el siciliano Antón de Salamon, maestre de la nao Victoria; el genovés Baltasar Paltán, maestre de la nao Santiago; el castellano Gonzalo Gómez de Espinosa, alguacil de la Armada; y el guipuzcoano Juan Sebastián del Cano, maestre de la nao Concepción.
Itinerario de la primera vuelta al mundo (Wikimedia Commons) |
Se
les preguntó si conocían a Magallanes y demás maestres, y desde
cuándo; si sabían que el capitán general pregonó públicamente la
necesidad de gente de mar en todos sus oficios, indicándose los
sueldos ("a los marineros mil y doscientos maravedíes, a los
grumetes a ochocientos mrs, a los pajes quinientos mrs, por mes, y a
los carpinteros y calafates a cinco ducados por mes"); si
supieron que "ninguna personas de las naturales de esta
ciudad se quiso venir a escribir" y por eso recurrió a la
Casa de Contratación y envió a sus maestres a pregonar en otros
sitios; y que si conocían que aún así fue insuficiente, por lo que
decidió admitir extranjeros "griegos como venecianos,
genoveses, sicilianos, franceses y portugueses".
El
documento se conserva en el Archivo General de Indias.
Imagen de cabecera: Partida de la flota de Magallanes (Gordon Millen).
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